Friends Talking about the Bible
Resumen bíblico

Recorriendo la Biblia

Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2 Timoteo 3:16-17)

La Biblia sin el Espíritu conduce a un cristianismo institucional y muerto. El Espíritu sin la Biblia lleva a un fanatismo carente de fundamento. Necesitamos a ambos, el Espíritu y la Palabra, para recorrer eficazmente la Biblia.

Antiguo Testamento
Génesis: El método de la fe Génesis
Éxodo: Diseño para la liberación Éxodo
Levítico: El camino de la integridad Levítico
Números: La vida cristiana incompleta Números
Deuteronomio: La ley que libera Deuteronomio
Josué: La guía de la victoria Josué
Jueces: El panorama de la derrota Jueces
Rut: El romance de la redención Rut
1 Samuel: La muerte de la carne 1 Samuel
2 Samuel: La historia de David 2 Samuel
1 Reyes: Cómo perder un reino 1 Reyes
2 Reyes: Una vida desperdiciada 2 Reyes
1 Crónicas: David y el arca de Dios 1 Crónicas
2 Crónicas: El rey de Dios en la casa de Dios 2 Crónicas
Esdras: El camino de regreso Esdras
Nehemías: La reconstrucción de las murallas Nehemías
Ester: Una reina bajo control Ester
Job: Las preguntas más difíciles Job
Salmos: La adoración de un corazón sincero Salmos
Proverbios: Para aprender sabiduría Proverbios
Eclesiastés: El libro inspirado de los errores Eclesiastés
Cantares: Un cántico de amor y un himno Cantares
Isaías: La salvación del Señor Isaías
Jeremías: El perfil del valor Jeremías
Lamentaciones: La terapia de la angustia Lamentaciones
Ezequiel: Las ruedas, los huesos y la restauración Ezequiel
Daniel: Un camino hacia el futuro Daniel
Oseas: El profeta y la prostituta Oseas
Joel: La revelación de la intervención divina Joel
Amós: Dios no tiene favoritos Amos
Abdías: Muerte a Edom Abdías
Jonás: El embajador que no quería serlo Jonás
Miqueas: ¿Quién es como Dios? Miqueas
Nahúm: La terrible ira de Dios Nahum
Habacuc: La historia está en las manos de Dios Habacuc
Sofonías: El día de la ira de Dios Sofonías
Hageo: Algunas palabras para carpinteros desanimados Hageo
Zacarías: Volveos a mí... me volveré a vosotros Zacarías
Malaquías: Pensad en Su nombre Malaquías
Años de silencio
Los 400 años de silencio Los 400 años de silencio
Nuevo Testamento
Mateo: ¡He aquí vuestro Rey! Mateo
Marcos: Vino a servir Marcos
Lucas: El Hombre perfecto Lucas
Juan: ¿Quién es este Hombre? Juan
Hechos: Una historia incompleta Hechos
Romanos: La llave maestra de las Escrituras Romanos
1 Corintios: La epístola al siglo XXI 1 Corintios
2 Corintios: Cuando soy débil, soy fuerte 2 Corintios
Gálatas: No os sometáis de nuevo al yugo de esclavos Gálatas
Efesios: El llamamiento de los santos Efesios
Filipenses: Cristo, nuestra confianza y fortaleza Filipenses
Colosenses: El poder para soportar con gozo Colosenses
1 Tesalonicenses: Esperanza para un mundo sin esperanza 1 Tesalonicenses
2 Tesalonicenses: El limitador de la rebeldía 2 Tesalonicenses
1 Timoteo: El compendio del pastor 1 Timoteo
2 Timoteo: Cómo no hundirse 2 Timoteo
Tito: La verdad y la prueba Tito
Filemón: Un hermano restaurado Filemón
Hebreos: Todo acerca de la fe Hebreos
Santiago: La actividad de la fe Santiago
1 Pedro: Piedras vivas 1 Pedro
2 Pedro: Ante la falsedad 2 Pedro
1 Juan: El fruto de la comunión con Cristo 1 Juan
2 Juan: El equilibrio esencial 2 Juan
3 Juan: Un relato acerca de tres hombres 3 Juan
Judas: Contendiendo por la fe Judas
Apocalipsis: El fin, y un nuevo comienzo Apocalipsis

Dios ha puesto a nuestra disposición el tesoro de la Biblia, Su Palabra, que nos revela las riquezas de Su reino y de nuestra vida eterna en Cristo.

Dios anhela que le conozcamos, y nos ha revelado a Sí mismo en Su Hijo. Nos ha redimido por la sangre de Su Hijo resucitado derramada en la cruz, y nos ha llamado a entrar en una relación espiritual con Él.

Dentro de nuestra alma y vida ha derramado todas las riquezas del cielo: "medida buena, apretada, remecida y rebosando", como nos dice Lucas 6:38. Pero debemos conocerle al llegar Él a nosotros por las páginas de las Escrituras, siendo guiados por Su Éspíritu Santo. ¡No podemos imaginar una aventura más grande!