Clouds Parting Revealing the Heavens

Devoción del 17 de julio

Un lecho de dolor

Por tanto, yo la arrojo en cama; y en gran tribulación a los que adulteran con ella, si no se arrepienten de las obras de ella. A sus hijos heriré de muerte y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón. Os daré a cada uno según vuestras obras.

Apocalipsis 2:22-23

El castigo que nuestro Señor aplica contra la iglesia de Tiatira refleja la enfermedad que la idolatría y la inmoralidad siempre conllevan. Hay tres partes involucradas: primero, la misma Jezabel. Jesús dice: Yo la arrojo en cama. Hay una nota de ironía o sarcasmo ahí. Efectivamente, está diciendo: A ella le gustan las camas, así que le voy a dar una, pero será una cama de dolor atroz. Luego, hay otro grupo a quienes dice que dará gran tribulación a los que adulteran con ella, si no se arrepienten de las obras de ella. Aquellos que cometen adulterio con ella son los que practican la inmoralidad y la idolatría. Había aún un tercer grupo. El Señor dice: A sus hijos heriré de muerte. Los hijos representan a aquellos que, no sólo practican la inmoralidad, sino que también la enseñan, como Jezabel estaba haciendo. Por muerte creo que se refiere a la muerte espiritual.

Pero fíjese en las buenas noticias: Si no se arrepienten de las obras de ella. Nuestro Señor siempre da una oportunidad para arrepentirse. A menudo he pensado que los desastres naturales son oportunidades que se dan a la gente para que reflexionen, para que paren y miren lo que están haciendo, y para que cambiemos nuestra forma de actuar. Es una oportunidad de arrepentirse, una palmada en la cara que dice: ¡Despierta!. El resultado del juicio y la disciplina dentro de la iglesia es que la iglesia se purifica, se fortalece y recibe ayuda. La gente empieza a tomar nota de las malas tendencias y se cuidan de deslizarse hacia la mentalidad de la sociedad que les rodea. Están dispuestos a resistir contra viento y marea. Eso es lo que se necesitaba en Tiatira, y lo que se necesita hoy. En esos raros momentos en que una iglesia tiene que emprender una acción disciplinaria contra algún miembro de la congregación a causa de la inmoralidad sexual, el resultado siempre es una purificación de las vidas de la gente, una disposición a examinar la moralidad de su tiempo, y una creciente comprensión de la importancia de ser puro en estos aspectos.

Las iglesias acabarán entendiendo, dice nuestro Señor, que Él escudriña los corazones y las mentes. Literalmente, escudriña los riñones y los corazones. En la antigüedad se creía que los riñones eran el origen de los sentimientos. Si sus riñones no funcionan, ¡usted no siente correctamente! Los veían como fuente de sentimientos. Los corazones se consideraban el origen de las elecciones, de las decisiones que tomamos. Nuestro Señor dice que, cuando usted lo ve juzgando, se da cuenta de que sus sentimientos son importantes, y también sus decisiones, y que cada uno será considerado responsable de sus elecciones. A nadie más se le puede echar la culpa, sólo a nosotros.

Padre, escudriña mi corazón y mi mente y revélame los aspectos en los que me he desviado de Tus valores, y dame la gracia de venir a Ti con sincero arrepentimiento. Amén.

Aplicación a la vida

¿Existe algún “lecho de dolor” que usted haya creado para sí mismo? Si es así, tómese algún tiempo y lléguese a Él en confesión y arrepentimiento.

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

Tiatira: La iglesia mundana

Lea el mensaje de Ray