Clouds Parting Revealing the Heavens

Devoción del 30 de septiembre

El retorno al Edén

En medio de la calle de la ciudad y a uno y otro lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en ella, sus siervos lo servirán, verán su rostro y su nombre estará en sus frentes. Allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará y reinarán por los siglos de los siglos.

Apocalipsis 22:2-5

Qué imagen tan gloriosa de fertilidad abundante, de vida por todos lados: un río de vida, un árbol de vida. Ambos se encuentran en el Antiguo Testamento. El Salmo 46:4a dice: Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios. Ezequiel describe un río fluyendo del trono de Dios. Es un río maravilloso para nadar en él. Y el árbol de la vida está en el jardín del Edén. Estaba allí mismo en el jardín, junto con el árbol del conocimiento del bien y del mal, y está aquí de nuevo.

El río simboliza al Espíritu Santo. Jesús dijo en una ocasión, de aquellos que creen en Él: De su interior brotarán ríos de agua viva (Juan 7:38). El árbol es un símbolo de Jesús mismo. Él es el camino, la verdad y la vida, el árbol de la vida. Cuando obedecemos la Palabra de Dios, estamos comiendo y alimentándonos de Jesús y sacando vida de ese alimento. La Palabra de Dios trae salud espiritual. Florecemos cuando seguimos Su Palabra y la obedecemos y vivimos en base a ella. No es de extrañar que de esta magnífica escena de la vida fluyan tres maravillosos ministerios: Primero, el servicio con poder. Sus siervos le servirán. No podrían pedir nada mejor que eso; no hay mayor placer o gozo que el servicio a Dios. Segundo, estarán en una unión íntima: verán Su rostro y llevarán Su nombre, igual que una esposa lleva el nombre de su esposo y contempla su rostro. Tercero, tendrán una autoridad iluminada. Reinarán por siempre. ¿Piensa usted que el cielo será aburrido? No, el aburrimiento es una señal de egoísmo. Cuando usted se aburre, es porque es egoísta. Usted quiere que alguien haga algo por usted; quiere que algo emocionante le sirva. Pero no habrá aburrimiento en el cielo, porque todo egoísmo habrá acabado entonces. Hay emoción, descubrimiento, y expectación sin cesar, y gratitud y alabanza constantes.

Señor, gracias por esta gloriosa visión. Ayúdame cada día a alimentarme de Tu Palabra revitalizadora, obedeciéndola por amor agradecido. Amén.

Aplicación a la vida

¿Está usted aburrido, o se está alimentando de Jesús y sacando vida del alimento que la obediencia proporciona?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

La ciudad de la gloria

Lea el mensaje de Ray