Joyful Woman Praising God

Devoción del 30 de diciembre

¡Reconciliados!

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación: Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

2 Corintios 5:17-20

Pablo enfatiza la palabra reconciliación. Nada podría ser más dañino para nuestra humanidad que alejarnos del Dios que nos creó. La mejor noticia que los hombres pueden escuchar es que se ha encontrado medio de reconciliación con Dios. Es privilegio de los cristianos declarar esta buena noticia a aquellos que la necesitan desesperadamente y que están deseosos de escuchar, a causa de las heridas y el vacío en sus propias vidas.

Ciertos elementos de este ministerio son subrayados por Pablo, para indicar su grandeza y relevancia. Revisarlos es hacernos conscientes del privilegio de proclamar tal mensaje a los hombres y mujeres que sufren.

  • El ministerio de reconciliación proviene de Dios. El Ofendido, Dios mismo, inicia el proceso de reconciliación. Nosotros, los ofensores, sólo respondemos.
  • El ministerio de reconciliación es universalmente inclusivo. Una de las maravillas del verdadero cristianismo es su universalidad. Ha demostrado satisfacer el hambre espiritual de personas de todas las culturas y orígenes étnicos. Trae la plenitud de Dios a toda la necesidad de cada persona, física, espiritual y emocionalmente.
  • El ministerio de reconciliación no conlleva condenación. A causa de la cruz, Dios no requiere otra cosa más que el reconocimiento sincero del mal para eliminar sus resultados destructivos. No se exige ninguna penitencia, ni se aceptará ninguna. Esto no sólo es verdad cuando una persona viene a Cristo por primera vez, sino que sigue siendo verdad durante toda su vida.
  • El ministerio de reconciliación se entrega personalmente. Las buenas noticias no llegan por medio de ángeles o libros polvorientos de la antigüedad. Se dan por hombres y mujeres que viven y respiran y hablan desde su propia experiencia. La encarnación, la palabra hecha carne, es para siempre el medio de Dios para comunicarse verdaderamente con las personas.
  • El ministerio de reconciliación está acreditado con autoridad. Los embajadores son portavoces oficiales de un poder soberano en un estado extranjero. Su palabra está respaldada por el poder que los envió, pero sólo cuando la palabra del embajador representa verdaderamente la voluntad del estado que los envía. Así que los cristianos de todas partes son portavoces autorizados de Dios.
  • El ministerio de reconciliación se acepta voluntariamente. Pablo usa palabras que subrayan la naturaleza no coercitiva del evangelio: pedir, suplicar, rogar. Ya que hacemos nuestra apelación a favor de Cristo, es importante que no seamos más coercitivos que Jesús cuando ministraba en la carne sobre la tierra. Hay una notable ausencia de presión en las exposiciones que Jesús hizo ante la gente. Les invita a responder, pero no les empuja. Cuando no responden, no prolonga la ocasión ni facilita la invitación.
  • El ministerio de reconciliación logra lo imposible. Aquí está la suprema gloria del nuevo pacto. ¡Consigue lo que nunca pudo conseguir el hombre caído: justicia (valía) ante un Dios santo! Parece imposible, incluso para Dios. ¿Cómo un Dios de justicia justifica lo injusto? Es un enigma que deja atónitos a los ángeles. ¡Pero se consiguió! ¡Aquél que no conoció pecado, Jesús el Justo, fue hecho pecado (en la cruz) por nosotros, quienes no conocimos la justicia, con el fin de que la justicia de Dios pudiera ser nuestra para siempre!

Gracias, Padre, por el regalo de la reconciliación a través de Cristo. Que yo viva el resto de mi vida el privilegio de ser Tu embajador.

Aplicación a la vida

¿Está disfrutando los beneficios de estar reconciliado con Dios? ¿Está viviendo como embajador Suyo?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

Ch 11: The Glory of Ministry

Lea el mensaje de Ray