Plant Budding Through a Crack in the Concete of Adversity

Devoción del 2 de noviembre

Esparciendo Esperanza

Así lo aprendisteis de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros, quien también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.

Colosenses 1:7-8

Epafras había estado enseñando la verdad a los colosenses. Epafras era el hombre que lo comenzó todo. No sabemos mucho acerca de él, aunque se le menciona en un par de las otras cartas de Pablo. Evidentemente era un laico, y probablemente formaba parte del grupo al que el mismo Pablo enseñó cuando estuvo en Éfeso durante tres años.

Allí Pablo alquiló una sala (la escuela de Tirano) y, durante cinco horas al día, seis días a la semana, durante tres años ininterrumpidos, enseñó las Escrituras. Yo hubiera dado casi cualquier cosa por haber asistido a ese plan de estudios especial, impartido por Pablo. Muchos de los que estuvieron presentes salieron por todas las provincias difundiendo la verdad, y entre ellos estaba Epafras. Él llegó a la insignificante ciudad de Colosas, y probablemente comenzó un estudio de la Biblia en casa. También tenía amigos en Laodicea e inició otro grupo allí y otro en Hierápolis.

Epafras simplemente le contó a la gente que iba la verdad sobre Jesús: el significado de Su muerte, la gloria de Su resurrección, Su accesibilidad a ellos por medio del Espíritu que vino en el día de Pentecostés. Eso empezó a emocionarlos y los despertó de su situación sin esperanza. Encontraron esperanza de nuevo, y la fe y el amor vinieron junto con ella. Una comunidad sanada de gente estupenda nació y llamó la atención de muchos de aquellas ciudades paganas. Esa es la forma de evangelizar favorita de Dios.

Al escuchar las Escrituras expuestas por un pastor, usted quizás podría pensar que, con sólo que conociera la Biblia como él, podría ser útil para Dios. Pero, ¿no ve que ya está llamado a ser evangelista? Usted está ahí fuera, codo con codo con la gente que no tiene esperanza, oyendo sus historias, encontrándolos en las calles y en las tiendas, tomando café con ellos. Ustedes son los que pueden esparcir la palabra de esperanza. Así es cómo el evangelio se difundió en la provincia romana de Asia, y cientos de iglesias nacieron. El evangelio tiene poder para cambiar, poder para despertar, poder para dar esperanza, y de la esperanza surgen la fe y el amor.

Donde usted vive es su rincón del mundo. Quizás usted también puede ver estas mismas cosas ocurriendo ahí. ¿Cuánta emoción llegará a su vida cuando usted alcance a los desesperanzados de alrededor con las buenas noticias, la única fuente de esperanza en el mundo?

Padre, gracias porque eres un Dios de esperanza. Has mandado un mensaje de verdad a este mundo roto y desesperado. Envíame a los desesperanzados que me rodean, y ayúdame a demostrar, a través del gozo y la paz de mi vida, que yo he hallado esperanza.

Aplicación a la vida

¿A quién ha puesto Dios en su vida que necesite oír el mensaje de esperanza? Empiece a orar hoy por tener una oportunidad de compartir esta esperanza con ellos.

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

Where Hope Begins

Lea el mensaje de Ray