Plant Budding Through a Crack in the Concete of Adversity

Devoción del 8 de noviembre

¡Reconciliados!

... porque al Padre agradó que en él habitara toda la plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. … ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprochables delante de él.

Colosenses 1:19-22

La reconciliación a veces significa algo diferente de la reconciliación con Dios. Pablo la usa respecto a la curación de la hostilidad entre judíos y gentiles. Dice que los esposos y esposas han de reconciliarse el uno con el otro. Los padres y los hijos necesitan reconciliarse a veces. Los amigos lo necesitan a menudo. El significado básico de esta palabra es quitar todos los impedimentos para la paz, de modo que la armonía prevalezca.

¿Qué significa, entonces, que Jesús reconcilia consigo mismo todas las cosas? Significa que va a llegar un día en que la hostilidad del mal contra la justicia será detenida súbitamente. Los hombres y ángeles malvados se verán incapaces de actuar como enemigos contra Dios. Serán sometidos, y cesará su rebelión. No significa que su castigo vaya a terminar; es su hostilidad activa la que cesará. Entonces, por fin se contestará la terrible pregunta que todos nosotros hemos hecho a veces: ¿Por qué Dios permite el mal?. Vendrá un día en que se nos explicará todo: ¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena? ¿Por qué a veces la injusticia reina triunfante? ¿Por qué hay niños inocentes que sufren? ¿Por qué seis millones de judíos fueron gaseados hasta la muerte en Alemania? ¿Por qué millones de otros, en otros lugares, fueron tiroteados, atravesados con lanzas, quemados o ahorcados por los tiranos de la historia? ¿Por qué?

Por fin esta pregunta va a ser contestada. Por fin sabremos por qué era necesario permitir el mal. Entonces veremos que era parte de la solución de Dios. Todo daño será solucionado; toda lágrima será enjugada; todo dolor será aliviado. Por fin el universo entero vivirá en paz y armonía de los unos con los otros. Con seguridad esto es lo que Pablo está describiendo en ese gran pasaje de Filipenses, donde dice que va a llegar un tiempo en que toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre (Filipenses 2:10-11). Ahí es a donde se dirige la historia.

Lo maravilloso de esto es que emana de la muerte de Jesús en la cruz. Es la cruz la que ha hecho que esto pase. Por eso es por lo que es el símbolo central de la fe cristiana desde el principio. Ponemos cruces en lo alto de nuestros santuarios, no para que pensemos que la cruz era un hermoso trozo de madera, pues era un instrumento de muerte sucio, sangriento y tosco. Pero, de esa muerte ha manado vida para todo el universo. Lo encontramos descrito muy claramente en el capítulo dos de esta carta, con las palabras: Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz (Colosenses 2:15). La cruz está en el centro de todo lo que es vida.

Gracias por la cruz, Señor Jesús. Gracias porque por medio de la cruz ya no estoy bajo condenación, sino libre para participar junto a Ti en reconciliar todas las cosas contigo.

Aplicación a la vida

¿Cómo puede buscar la reconciliación con los demás como un reflejo del trabajo mayor de Dios en reconciliarle a usted y a todas las cosas consigo mismo?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

The Great Mystery

Lea el mensaje de Ray