Determined Woman Seeking to Remain Spiritually Strong

Devoción del 2 de junio

Nuestra mayor necesidad

Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre. Se le acercó el tentador y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Mateo 4:2-4

No entenderemos la fuerza de esta primera tentación sobre Jesús a menos que nos demos cuenta de que había estado sin comida durante cuarenta días y cuarenta noches. Dice, en lo que quizá es la mayor subestimación de las Escrituras: sintió hambre. Dudo que alguno de nosotros haya estado en posición de entender lo que la palabra pan debió significar para Él. Su sólo sonido debió hacerle la boca agua. Es indicativo e importante notar que esta tentación surgió de una necesidad normal y natural. No había nada malo en Él que causara esta tentación; simplemente era un ser humano.

Lo que el diablo estaba diciéndole realmente era: A Dios no le importas nada en realidad, ¿no es así? Si fueras el Hijo de Dios, ¿te abandonaría en el desierto sin comida durante cuarenta días? Seguro que ha provisto alguna forma de atender tu necesidad, si te ama. Así que, ¿por qué no actúas en base a tus poderes divinos innatos y conviertes estas piedras en pan?. Su sugestión es que Dios o está demasiado ocupado o demasiado despreocupado para cuidar de Él. Aquí hay una presión sutil para que actúe por Su cuenta, independientemente del Padre, basándose en que, después de todo, la vida humana es importante y Él tiene que vivir. El intento del diablo es subvertir las prioridades de la vida y hacer de la vida física la cosa más importante de todas.

El tentador nos lavaría el cerebro, haciéndonos creer la mentira de que la vida física es lo más importante y que, si Dios no cuida de nosotros, es una prueba de que no nos ama. Usted puede oír esto de aquellos que señalan las injusticias de la vida y que dicen: Si Dios es un Dios amoroso, ¿cómo es que permite la muerte, la guerra, los desengaños y las tragedias? Si Dios es un Dios de amor, ¿por qué no cuida de los suyos?. Éste es el poder de la tentación de nuestro Señor, y el poder de la tentación al que millones se enfrentan hoy día.

Vea cómo contesta el Señor. Él inmediatamente retorna a la perspectiva correcta de la vida y pone las cosas en su sitio citando estas palabras: No sólo de pan vivirá el hombre… . Es decir, la necesidad más profunda de la vida humana no es lo físico. El hombre es más que un animal, más que simplemente un trozo de carne con un sistema nervioso, cuya necesidad principal es la provisión física. Nuestro Señor está diciendo que es mejor morir de hambre en un desierto estando en una buena relación con el Dios que nos hizo y que está profundamente interesado en todos los aspectos de nuestras vidas, que satisfacer el hambre a costa de esa relación. Con este golpe de rechazo terminó con la primera tentación, poniendo la vida en la perspectiva correcta, recordándonos que tenemos necesidades más profundas que las físicas y que la falta temporal de asistencia física no indica en ningún caso que el Dios que nos creó y que está profundamente afectado por todas las áreas de nuestra vida, nos haya olvidado.

Gracias, Señor, por hacer frente a la tentación con la verdad de que mis más profundas necesidades no se satisfacen cuando todas mis necesidades físicas están cubiertas. Mi más grande deseo es estar en buena relación contigo, sabiendo que me amas.

Aplicación a la vida

¿En qué aspecto de su vida está tentado a satisfacer sus necesidades a su manera, en lugar de confiar en que Dios proveerá?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

The Temptation of Christ

Lea el mensaje de Ray