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Devoción del 3 de julio

El poder de la obediencia

Cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado. Éste oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo a gran voz: “¡Levántate derecho sobre tus pies!”. Él saltó y anduvo.

Hechos 14:8-10

Fíjate en la manera maravillosa en la que Dios comenzó a abrir esta ciudad. Pablo y Bernabé no tenían ni idea de lo que iban a hacer. No formaron un comité y dijeron: “Bueno, vamos a ver si podemos conseguir el informe de la cámara de comercio sobre la distribución de la población de la ciudad; entonces podemos dividirla en cuadrados y evangelizarla de forma sistemática”. No tenían ningún otro plan más que el estar ahí y el hacer lo que Dios les había mandado a hacer: predicar. Así que anduvieron al mercado y comenzaron, confiando que el Señor había preparado a ciertas personas, que tenía gente que había elegido lista para abrir la puerta a la ciudad.

Al proclamar el evangelio, eso es lo que ocurrió. Al estar Pablo predicando ―probablemente durante varios días seguidos― sentado en el mercado había un hombre que había sido cojo de nacimiento, que nunca había caminado. Evidentemente era bien conocido a través de la ciudad, habiendo estado allí toda su vida. Oyó lo que Pablo dijo y creyó lo que declaró sobre el poder de Jesús, el poderoso Hijo de Dios. Pablo le miró y vio en los ojos de este hombre la fe para creer. De pronto, sin duda guiado por el Espíritu, le dijo: “¡Levántate derecho sobre tus pies!”. Y el hombre cojo, aunque nunca había andado en su vida, hizo el esfuerzo de obedecer. Tenía bastante fe como para intentarlo, y el momento que empezó a obedecer, el poder para obedecer le fue dado.

Ésta es exactamente la forma en la que la vida cristiana funciona. No hace ninguna diferencia si el problema es físico, emocional o espiritual; vas a ser mantenido en su cautiverio hasta que comiences a obedecer la Palabra de Dios sobre ello. Cuando haces el esfuerzo de obedecer, Dios te libertará. Pero nunca te moverá hasta que obedezcas. Es así como funciona la fe. La mayoría de la gente es prevenida de ver cómo Dios obra en sus vidas porque continúan esperando que Dios haga algo para que puedan creer. No, Él ya ha hecho todo lo que va a hacer por adelantado. Cuando crees lo que Él dice, entonces te dará el poder para ser libre. Este milagro es una poderosa parábola de los muchos que han sido espiritualmente cojos, incapaces de dar un paso hacia Dios, pero quienes han sido liberados para hacerlo por el evangelio. Abrió la cuidad de cuajo. Toda la población inmediatamente tomó nota de Pablo y Bernabé en medio de ellos.

Padre, como los apóstoles, ayúdame a confiar en el Dios viviente, quien está cambiando el corazón de la gente y rescatando sus mentes del agarre y el poder del maligno. Ayúdame a regocijarme al ver yo también el poder de la obediencia a la Palabra de Dios en mi propia vida.

Aplicación a la vida

¿Qué viene primero, la fe o la obediencia? ¿Cuál es el significado del orden? ¿Obediencia a qué? ¿Fe en qué, o en quién? ¿Describe la unión de la obediencia y la confianza nuestro andar diario con Dios?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

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Lea el mensaje de Ray