Men Praying at the Wailing Wall, Rebuilding God's City Jerusalem

Devoción del 17 de agosto

El camino de la sanidad

Y hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado por medio de Moisés, que habitaran los hijos de Israel en tabernáculos en la fiesta solemne del mes séptimo.

Nehemías 8:14

La naturaleza de la salud ha sido demostrada para nosotros de un modo dramático en los versículos finales de este capítulo. Dios había anticipado las necesidades de estas personas. Siglos antes había provisto una ayuda visual de lo más asombrosa para recordarles que la verdad les evitaría una mayor destrucción. Ésta es la Fiesta de los Tabernáculos, un recordatorio de que habían sido llamados como un pueblo de Egipto. Su partida había sido repentina y precipitada. Ni siquiera debían sentarse para comer la comida de la Pascua. Tenían que comerla de pie, con sus báculos en las manos, llevando puestas las ropas para el viaje, dispuestos para marcharse. Ellos salieron con la palabra de mando y dejaron atrás Egipto en una noche. Cuando llegaron al desierto, después de haber viajado un día entero, y se hizo de noche, ¿dónde iban a encontrar un lugar en el que resguardarse? Dios le había dicho a Moisés que sería preciso que el pueblo recogiese ramas de los árboles para refugiarse, y después Dios ordenó que hiciesen esto una vez cada año. A pesar de que después tendrían sus hogares en los que vivir, debían construir estas ramadas y vivir en ellas durante siete días. Esto era para enseñarles que eran siempre peregrinos y extranjeros en la tierra, y este mundo no iba a ser su hogar. Todas las grandes bendiciones de la vida no se encontrarían necesariamente en este tiempo presente, sino que les estarían esperando en la gloria. Por lo tanto, no tenían motivos para sentirse angustiados si no tenían todo lo que otros a su alrededor estaban intentando conseguir en esta vida.

Ésta es la verdad que nos librará de las presiones de este tiempo. No debemos aferrarnos con fuerza a las cosas. No debemos creer que las casas, los autos, el dinero y las ganancias materiales tienen una enorme importancia. Aunque carezcamos de estas cosas, los grandes tesoros en nuestra vida permanecen intactos. El estar constantemente luchando por conseguir lo que todo el mundo tiene es una equivocación. Dios nos enseña que no debemos aferrarnos con fuerza a estas cosas. No debemos olvidar nunca que estamos en el mundo pero que no somos del mundo. No debemos establecernos nunca de una manera definitiva. A mí me encanta la manera en que lo ha expresado C. S. Lewis: “Nuestro amable Padre celestial ha provisto muchas posadas maravillosas para nosotros a lo largo del trayecto, pero Él se ocupa de una manera especial de nosotros durante nuestro viaje y se asegura de que nunca confundamos ninguna de ellas con el hogar”. Somos peregrinos y extranjeros que pasamos por este mundo. Participamos en él, en ocasiones profundamente, pero no debemos nunca considerarnos a nosotros mismos como parte de él.

¿Qué es lo que nos permitirá recordar esto? El versículo 18 nos ofrece la respuesta. Ellos leían cada día las Escrituras; cada día se saturaban del pensamiento de Dios. Eso es lo que representa la realidad. Cuando piensa usted como lo hace Dios, está usted pensando de una manera realista. Está comenzando a verse a sí mismo de la manera que es usted en realidad. Está viendo a sus hijos, su hogar y su nación como son en realidad. Por primera vez puede usted despojarse de las ilusiones y los engaños de un mundo equivocado y confuso. Está usted empezando a trabajar para conseguir la integridad, la sanidad y la fortaleza de las cosas que permanecen.

Señor, ¡qué maravillosa es esta imagen del hecho de que soy un extranjero en este mundo! Con demasiada frecuencia he vivido como si éste fuese mi hogar. Renueva mi mente con Tu verdad, pues hay muchas más cosas por las que vivir que lo que ofrece el mundo.

Aplicación a la vida

¿Nos dejamos dominar por nuestras posesiones terrenales? ¿Estamos aprendiendo a concederles menos valor? ¿Cómo podemos reconocer los engaños perjudiciales de un mundo equivocado y confuso?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

La luz brillante

Lea el mensaje de Ray