La osadía de la fe

Se acercaron las hijas de Zelofehad... Se presentaron delante de Moisés y delante del sacerdote Eleazar, delante de los príncipes y de toda la congregación, a la puerta del Tabernáculo de reunión, y dijeron: Nuestro padre murió en el desierto. Él no estuvo en la compañía de los que se juntaron contra Jehová en el grupo de Coré, sino que por su propio pecado murió, y no tuvo hijos. ¿Por qué será borrado el nombre de nuestro padre de su familia? ¿Por no haber tenido hijos? Danos alguna heredad entre los hermanos de nuestro padre.

Números 27:1-4

Hay inmediatamente una segunda característica de la fe que sigue a la determinación que estas muchachas mostraron: no sólo la determinación, sino también la osadía. Se presentaron a la puerta de la tienda de la reunión ante Moisés y Eleazar, el sacerdote, y los líderes y toda la congregación, que ascendía a bastante más de un millón de personas. Debió de ser un espectáculo fuera de lo normal. Ya era bastante inusual que las mujeres vinieran, pero lo que pidieron era inaudito. Ojalá hubiera podido ver la cara de Moisés cuando estas chicas hicieron su petición. Moisés estaba acostumbrado a resolver problemas entre esta gente murmuradora y descontenta. Pero, cuando estas jóvenes llegaron, lo dejaron atónito con su petición. No sabía qué hacer. Le pidieron que la herencia pudiera pasar a ellas, incluso aunque no hubiera varones, y Moisés no supo qué decir. Llevó su caso ante el Señor y preguntó qué opinaba Dios.

La fe siempre se atreve a hacer algo diferente. Puede ser alguna cosa corriente, pero hecha de un modo extraordinario. Pero la fe siempre avanza más allá de lo que es corriente, y esto es lo que estas jóvenes hacen. Allí se interpuso en su camino el obstáculo más poderoso contra el progreso jamás conocido por la raza humana, una de las armas favoritas de Satanás aquí. Ellas se enfrentaban a la mole monumental de la tradición, el obstáculo inamovible que ha frustrado muchos y muchos planes bien trazados. Las palabras más desalentadoras que los hombres hayan oído jamás son la frase: Nunca hemos hecho eso antes. Contra esto es contra lo que se enfrentaban estas muchachas. La fe siempre desafía a la tradición, y por tanto debemos estar preparados para salir contra los puntos de vista sostenidos tradicionalmente de algún u otro modo, si es que vamos a caminar en fe. Cuando un concepto nuevo se propone por primera vez, el hombre dice: No es verdad. Cuando la probabilidad de su veracidad está respaldada por la experiencia de muchos, la gente dice: No funcionará. Cuando la viabilidad se establece más allá de toda duda, la gente dice: No tiene importancia. Pero, cuando su importancia ya no puede ser ignorada, dicen: Lo supimos todo el tiempo. Contra esto es contra lo que se enfrentan estas jóvenes. Se están moviendo en contra de los intereses comprometidos de la tradición. Pero están contando con una promesa que se basa en la gracia. Y por eso se atreven a venir.

Señor, enséñame a asir por fe lo que necesito para la victoria personal, a tomar lo que necesito para el testimonio personal, a agarrar lo que necesito para tener fuerza para encarar los problemas, cualesquiera que sean.