Clouds Parting Revealing the Heavens

Devoción del 20 de julio

¡Despierta!

Sé vigilante y confirma las otras cosas que están para morir, porque no he hallado tus obras bien acabadas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; guárdalo y arrepiéntete, pues si no velas vendré sobre ti como ladrón y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.

Apocalipsis 3:2-3

¿Qué necesita una iglesia muerta como Sardis? Nuestro Señor no se demora en decirselo. Es interesante ver que Él todavía considera Suya esta iglesia. No dice: No tengo nada que ver con vosotros, sino que les da una manera de recuperarse, y todavía se revela como Señor de la iglesia. Mirar estos pasos para recuperarse también nos ayudarán a identificar una situación de muerte en una iglesia.

Lo primero que necesita una iglesia muerta es despertar. Esta palabra en griego es un mandato tajante, como una palmada en la cara. Esto es lo que necesitaba la iglesia de Sardis. ¡Despierta! ¡Enfréntate a tu fracaso! ¡Siente la insipidez de tus cultos! ¡Huele el cadáver que es tu vida! Pregúntate a ti misma: ¿Qué ha ido mal? ¿Por qué nuestros cultos son tan tristes, sosos y poco atractivos? ¿Por qué la gente no quiere venir?. Una iglesia en este estado necesita hacerse a sí misma algunas preguntas muy serias.

Segundo, confirma las otras cosas que están para morir. ¿Qué cosas eran éstas? Jesús ya les ha dicho qué hay de valor en la iglesia. Conozco tus obras, dice. Eran buenas obras, pero estaban incompletas. Las acciones eran acertadas, pero los motivos estaban equivocados. No estaban obrando por la razón correcta; lo hacían para impresionar a la gente. Estaban intentando exhibirse y realzar la reputación que tenían. Se preocupaban por que la gente de alrededor viera lo que estaban haciendo. Pero Jesús dice que incluso esas buenas acciones estaban a punto de morir.

Por todas las Escrituras se nos dice que Dios juzga, no las cosas que hacemos, sino la razón por la que las hacemos. Va a juzgar si nuestro trabajo se hace por amor a Él y gratitud por lo que ha hecho por nosotros, sin importarnos si somos alabados o no. La madre Teresa, que hizo un trabajo tan maravilloso en Calcuta, decía: Intentamos orar a través de nuestro trabajo, haciéndolo con Jesús, por Jesús y para Jesús. Eso nos ayuda a poner todo nuestro corazón y alma. Los moribundos, los lisiados, los enfermos mentales, los desechados, los no amados, ellos son Jesús disfrazado. ¡Qué espíritu tan maravilloso! Eso es lo que esta iglesia de Sardis necesitaba tan desesperadamente.

Tercero, necesitaban recordar lo que recibieron y oyeron; obedecerlo y arrepentirse. La idea expresada en griego no se refiere a lo que oyeron, sino a cómo lo oyeron. Se refiere al ministerio del Espíritu. Cuando esta gente oyó el evangelio por primera vez, lo oyeron por el Espíritu. La Palabra vino a ellos en el poder del Espíritu. ¿Cómo devuelve uno la vida del Espíritu a una iglesia? Las Escrituras sólo sugieren un camino. En su forma más resumida es: Arrepentíos y creed. ¡Arrepentíos! Miraos a vosotros mismos y ved vuestras malas actitudes, vuestras malas perspectivas y vuestra autoalabanza como cosas inaceptables ante Dios. ¡Y luego, creed! Arrojaos a la gracia de Jesús. Recibid de Él la palabra de gracia. Él os impartirá la vida del Espíritu de Dios.

Señor, deseo estar vivo y despierto a la presencia de Tu Espíritu en mi vida. Revélame aquellas cosas en las que mis motivos son impuros. Amén.

Aplicación a la vida

Pídale al Padre que renueve la plenitud del Espíritu en usted. Evalúe sus motivos y arrepiéntase de lo que pueda entristecer al Espíritu Santo en usted.

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

La iglesia de los zombies

Lea el mensaje de Ray