Clouds Parting Revealing the Heavens

Devoción del 21 de julio

Promesa a los fieles

Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. El vencedor será vestido de vestiduras blancas, y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Apocalipsis 3:4-6

Ahora se da una promesa a aquellos de la iglesia de Sardis que son fieles al Señor. Las vestiduras blancas son un símbolo de redención. En Apocalipsis 7, leemos acerca de una gran multitud de gente que viene de la gran tribulación y han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero (Apocalipsis 7:14b). Claramente, las vestiduras blancas son una señal de haber sido redimidos, salvados por la gracia de Dios. Se dice que estos son dignos, no porque hayan vivido vidas buenas y morales, sino porque han lavado todos sus pecados en la sangre del Cordero. Eran dignos porque Dios les impartió la justicia de Cristo. Ese es el regalo que Él da a todos los que vienen a Él por fe. Usted ya no necesita ganarse su acceso a una buena relación con Dios. Nunca podrá hacerlo, sino que se le da por creer en Su Palabra y recibir Su perdón. El Señor promete a estas personas tres cosas concretas:

Primera, serán vestidos de blanco, es decir, les dará Su propia justicia. Muchos himnos reflejan esta gran verdad:

Jesús, tu sangre y tu justicia
son mi belleza y mi vestido glorioso.
Así engalanado, en medio de mundos hostiles
alzaré mi cabeza con júbilo.

Segundo, Él promete: No borraré su nombre del libro de la vida. Esa promesa molesta a mucha gente porque piensan que implica que algunos pueden ser borrados del libro de la vida. Pero el Señor no dice nada de borrar el nombre de alguien. Sus palabras están simplemente asegurando que aquellos que confíen en Él nunca serán borrados. Se está ocupando de los miedos de los redimidos. Muchos cristianos se atribulan por el pensamiento de que quizás puedan perder su salvación. A veces, cuando hemos hecho cosas de las que nos avergonzamos, nos preguntamos: ¿No soy ya cristiano? ¿He perdido mi salvación?.

Nuestro Señor lo sabe y por eso nos está tranquilizando. No, no tenéis que angustiaros. Si eres un verdadero creyente, nunca borraré tu nombre del libro de la vida. La palabra nunca es la negación más fuerte en la lengua griega. Se debería traducir: Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia, borraré tu nombre del libro de la vida. ¡Qué maravillosa seguridad!

Por el contrario, dice Jesús, confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. Ésta es la tercera cosa. Cuando lleguemos a la gloria, nuestras vidas serán visibles para todo el mundo. Jesús nos dice: Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas (Lucas 12:3). Todo será expuesto abiertamente; ningún aspecto de la vida puede esconderse. Sabiendo eso, a muchos de nosotros nos da cierto temor aparecer en gloria. Sabemos verdades acerca de nosotros mismos que no queremos que se sepan. Pero Jesús dice: Cuando estés allí con tu historial entero expuesto a la vista de todos, yo te miraré y diré: Eres mío. Confesaré tu nombre delante del Padre y todos sus ángeles. Este pecador, esta persona contaminada, ¡quiero que el universo sepa que es mía!.

Gracias, Padre, por esas resonantes palabras que me confirman que tengo seguridad en mi Señor Jesús, que me sostiene con Su poderosa mano y que nunca pereceré, sino que tendré vida eterna, como ha prometido. Amén.

Aplicación a la vida

¿Conoce usted la maravillosa seguridad de que nunca será borrado del libro de la vida?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

La iglesia de los zombies

Lea el mensaje de Ray