La sinagoga de Satanás

De la sinagoga de Satanás, de los que dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten, te daré algunos. Yo haré que vengan y se postren a tus pies reconociendo que yo te he amado. Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero para probar a los que habitan sobre la tierra.

Apocalipsis 3:9-10

La iglesia de Filadelfia era receptiva y estaba dispuesta a ser utilizada. Como resultado, el Señor les dijo que usaría Su poder para abrir puertas y hacer que sus enemigos los respetaran y reconocieran la bendición de Dios sobre ellos. Aquellos que dicen ser judíos y no lo son es una referencia a ciertos judíos de esa ciudad que afirmaban ser descendientes espirituales de Abraham, pero en realidad sólo eran sus descendientes físicos; su actitud hacia la verdad de Dios estaba muy lejos de la fe de Abraham. El Señor mismo continuamente se enfrentaba a los fariseos que declaraban ser descendientes de Abraham, pero Jesús les dijo: Vosotros sois de vuestro padre el diablo (Juan 8:44a). Así que aquí, en la ciudad de Filadelfia, Jesús se refiere a esta oposición judía como la sinagoga de Satanás.

Pero algo asombroso ocurre. ¿Qué es lo que hace que estos judíos vengan al final y se inclinen ante la iglesia y reconozcan la bendición de Dios sobre ellos? Es el hecho de que la iglesia responde a la oposición y hostilidad con un conocimiento del amor de Dios que estos judíos no poseen aunque tienen las Escrituras. Como resultado, al final ellos vienen y reconocen la bendición de Dios sobre la iglesia de Filadelfia.

Otro resultado de esta capacidad de respuesta al Señor de esta iglesia es que Él dice: te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero para probar a los que habitan sobre la tierra. Esta promesa es una referencia a lo que el Señor mismo llama la gran tribulación, un tiempo de angustia que vendrá sobre el mundo entero. Se manda particularmente para probar a los que habitan sobre la tierra. Esto se refiere a quienes viven como si esta vida fuera todo lo que hay, que viven sobre la tierra, para la tierra y para las cosas de la tierra. Para descubrir eso es para lo que se manda este tiempo de prueba.

Pero la promesa a la iglesia es específicamente que va a ser librada de este tiempo de dificultades. En realidad, la palabra no es de, sino fuera de —librada fuera de—, o sea, no sólo fuera de las dificultades, sino ¡fuera del mismo tiempo de las dificultades! Esta es una de las promesas más claras de la Biblia del rapto de la iglesia antes de que la gran tribulación comience. Es una promesa de la partida de la iglesia, que Pablo describe en 1ª de Tesalonicenses 4: El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor (1 Tesalonicenses 4:16-17).

Gracias, Padre, porque ordenas los tiempos y estaciones de la vida aquí en la tierra. Gracias porque protegerás a Tu pueblo del tiempo de prueba que vendrá sobre el mundo entero. Amén.