Filosofías huecas y engañosas

Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas basadas en las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo.

Colosenses 2:8

El apóstol ve a los cristianos colosenses como enfrentándose al gran peligro de ser cautivados por las falsas enseñanzas. En realidad la palabra es secuestrados. ¡Podríamos decir que estaban en peligro de ser tomados como rehenes! Pablo ve algo similar en los cristianos cautivados por la filosofía equivocada, la enseñanza errónea y la falsa doctrina. Tales cosas pueden privar a los creyentes de su libertad cristiana y mantenerlos como rehenes durante años.

El arma que se usa para esto es la filosofía. Eso suena bastante inofensivo. Después de todo, filosofía simplemente significa amor a la sabiduría. ¿Qué hay de malo en amar la sabiduría? Todos les debemos mucho a los filósofos del pasado: Platón, Aristóteles, Sócrates y otros, por su sagaz percepción de la naturaleza de la vida. El amor a la sabiduría es en muchos casos una cosa buena. Hay filosofías buenas y malas, pero lo que el apóstol tiene en mente es el peligro de ser seducido por la filosofía mala.

Pablo señala las tres cosas que son siempre características de la filosofía errónea. Primera, estas filosofías vacías y engañosas dependen de las tradiciones de los hombres. Surgen del pensamiento de hombres, encuentran un punto de apoyo en la sociedad y luego se pasan de generación en generación, con el objetivo de parecer populares y ampliamente apoyadas.

La segunda cosa mala de esta filosofía engañosa es que depende de las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo. La palabra para elementos literalmente significa cosas puestas en fila, una serie de cosas. La palabra llegó a asociarse con el alfabeto porque las letras del alfabeto están siempre alineadas en fila. Así, algunos eruditos sienten que esta palabra representa algo rudimentario, simple y elemental. Otros eruditos señalan que esta palabra también se usa en referencia a un ejército de soldados formados por rango, como en una jerarquía. De modo que podría ser una referencia a los ángeles caídos. Mi opinión es que ambos puntos de vista son verdad. Estas filosofías se ajustan a la descripción de lo que Pablo llama, en 2ª de Timoteo, doctrinas de demonios. Son verdades elementales y rudimentarias, perpetuadas entre los seres humanos por poderes demoníacos, que tienen el efecto de devolver a las personas a las acciones infantiles y a la visión pueril de la vida.

Pero, hay todavía un tercer problema con la falsa doctrina. No está centrada en Cristo. La enseñanza maligna siempre degrada a Jesús. Todas las sectas atacan a la persona y la obra de Jesús. Afirman que no era más que un buen hombre, aunque carecía de la percepción de la realidad y de la vida que tenemos a través del conocimiento moderno. O, yéndose al extremo opuesto, consideran a Jesús un ser sobrenatural, uno entre varios maestros divinos que entran periódicamente en los asuntos humanos para enseñar verdades maravillosas que nunca conoceríamos de otro modo y que, si las seguimos, desatarán dentro de nosotros grandes poderes divinos. Pero estas sectas nunca ven a Jesús como Dios, dispuesto a morir en nuestro lugar.

Cualquier forma de error religioso tendrá estas tres manifestaciones: están apoyadas por la tradición humana; se establecen a sí mismas como la única doctrina respetable para ser creída; y sin embargo, salen de la mente de seres satánicos, quienes astutamente, pero invisiblemente, reducen a la gente a un comportamiento y una actitud infantil, todo con el fin de dejar de lado la gloria y el verdadero carácter de Jesucristo.

Señor, protégeme de las filosofías huecas y engañosas de este mundo.