Plant Budding Through a Crack in the Concete of Adversity

Devoción del 14 de noviembre

¡Perdonados y liberados!

Él anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz. Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Colosenses 2:14-15

Aquí Pablo declara el perdón de los pecados por los que la ley nos condenaba. Esa condenación se elimina ahora por la muerte de Cristo por nosotros. Él pagó por todos nuestros pecados, los pecados que cometimos en el pasado, los que vamos a cometer hoy y los pecados que cometeremos en el futuro. El pecado ya no es un problema en nuestra relación con Dios. Afecta a nuestro compañerismo, pero no a nuestra relación. Él lo resolvió totalmente. Necesitamos reconocer nuestro pecado para acceder al beneficio de ese perdón, pero el perdón ya está ahí, en el corazón de Dios. ¡Qué verdad tan maravillosa! Creo que no hay nada en lo que me regocije más que en el hecho de que mis pecados, mis errores, fallos, palabras sin amor, actitudes desagradables y acciones egoístas fueron perdonados. Todos los días Dios me da una nueva hoja en blanco, un nuevo día sin mancha, para vivirlo por Su gracia. Nuestros pecados han sido perdonados. Pablo los ve como clavados en la cruz, de modo que ya no nos pueden condenar. La ley no ha sido eliminada, pero la condenación que conlleva sí. Hemos sido liberados y se nos ha dicho: Ve y no peques más.

El último paso es que somos liberados del poder de estos seres malignos: Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Estos son los gobernadores de las tinieblas del mundo, los seres astutos y malvados que continuamente insertan en el pensamiento humano ideas equivocadas, pensamientos peligrosos, actitudes y enseñanzas que nos ponen a unos en contra de los otros y nos hacen tirarnos al cuello de los demás, manteniendo la enemistad y los conflictos vivos en la familia humana. ¿Qué ha ocurrido con ellos? Pablo declara que cuando Jesús murió agarró a estos poderes por el cuello, los encadenó y los arrastró en triunfo tras Él, como un general romano desfilando por las calles de Roma con sus cautivos encadenados caminando subyugados detrás. Ya no hay que ceder a las enseñanzas malvadas ni a las tentaciones, pues tenemos un poder y una persona ¡que es superior a cualquier cosa que Satanás pueda arrojar contra nosotros! Pablo anima a los colosenses a ver que no hay necesidad en absoluto de creer las doctrinas, las enseñanzas o los rituales que Satanás les expondrá y resaltará.

¡Tampoco nosotros tenemos que creerlos! Si entendemos quiénes somos en Cristo y lo que tenemos en Él, no hay motivo para ser débiles, indecisos o fracasados. Podemos levantarnos y ser los hombres y mujeres que Dios pretendía que fuéramos.

Padre, concédeme que me levante y sea la persona que Tú tenías intención que fuese, libre de culpa y vergüenza, gracias a la victoria que ganaste en la cruz.

Aplicación a la vida

Recuérdese a sí mismo, a lo largo del día, que sus pecados fueron perdonados y ha sido liberado de su poder.

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

Beware!

Lea el mensaje de Ray