Plant Budding Through a Crack in the Concete of Adversity

Devoción del 11 de noviembre

Trabajando en oración

Quiero pues, que sepáis cuán grande lucha sostengo por vosotros, por los que están en Laodicea y por todos los que nunca han visto mi rostro. Lucho para que sean consolados sus corazones y para que, unidos en amor, alcancen todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

Colosenses 2:1-3

El objetivo del apóstol al escribir esta carta es enriquecer sus vidas, animar sus corazones, y hacer posible que el amor se extienda por la congregación. Pero, ¡no pase por alto el proceso! En el verso 29 del capítulo 1, Pablo dice: Para esto también trabajo, luchando según la fuerza de él, la cual actúa poderosamente en mí. Quiero pues, que sepáis cuán grande lucha sostengo por vosotros…. Fíjese cómo llama la atención hacia el esfuerzo y el trabajo duro que estaba dedicando a este asunto de llevar a estos cristianos colosenses a la vitalidad, la emoción y el sentimiento de aventura.

Usted podría preguntar: ¿Cómo pudo un hombre encadenado a un guardia romano día y noche, en la ciudad de Roma, a más de mil kilómetros de Colosas, trabajar tan duro para ayudar a los colosenses? Pablo no nos lo dice aquí, pero en otro lugar se nos da amplia información sobre este método. Anteriormente en esta carta, hablaba acerca de trabajar continuamente en oración por ellos. Esa es una de las maneras en que él trabaja duramente por ellos: por medio de la oración frecuente. Pablo oraba (agonizaba es la palabra) por estos cristianos colosenses una y otra vez, incluso sin haber conocido personalmente a la mayoría de ellos.

La meta inmediata de Pablo es animar los corazones de los colosenses y unirlos en amor. Confieso que eso es una reprensión para mí porque, demasiado a menudo, me veo dispuesto a abalanzarme sobre alguien para tratar de enderezarle en el acto. Es una gran lección ver cómo Pablo procura animar sus espíritus primero y hacer que se aprecien unos a otros. Eso indica que construir una relación con los individuos es el verdadero camino para ponerse a ayudarlos. ¿Ha intentado alguna vez ayudar a alguien, sólo para ver que su esfuerzo cayó en oídos sordos? El apóstol indica que la forma correcta de ayudar es encontrar algo alentador que decir primero. A ninguno nos gusta que nos corrijan con una actitud negativa. Primero necesitamos una palabra de ánimo, como el apóstol demuestra aquí a la perfección.

Entonces, cuando Pablo haya revitalizado sus espíritus, serán capaces de experimentar la emoción de entender el misterio, que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria. Ocasionalmente, conozco gente que parece estar constantemente activada por las Escrituras. Descubren un verso nuevo y refrescante cada mañana. Pero otros encuentran la Biblia sosa y aburrida. Eso probablemente es porque no han entendido plenamente lo que dice. Cuando usted capta lo que la Palabra de Dios está diciendo sobre cómo vivir la vida, se vuelve emocionante. Le da sabor al vivir. Da la sensación de que uno no está solo, de que usted no tiene que manejar sus problemas por sí mismo, o que no tiene que apoyarse fuertemente en el consejo humano, por mucho que Dios proporcione frecuentemente ayuda de esa forma. Lo principal es: ¿Está usted mirando a Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento?

Demasiadas veces, Señor, he buscado corregir sin dar ánimo. Enséñame a amar a los demás lo suficiente para agonizar por ellos en amor y oración.

Aplicación a la vida

¿Quién hay en su vida que necesite su aliento más que sus críticas? ¿Cómo los alentará esta semana?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

The Overflowing Life

Lea el mensaje de Ray