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Devoción del 1 de marzo

Saludos

Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Éfeso: Gracia y paz a vosotros de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

Efesios 1:1-2

Esta forma de saludo es la más breve en las epístolas de Pablo, a pesar de lo cual, incluye tres cosas sencillas a las cuales quiero llamar la atención del lector. Para empezar, las credenciales de Pablo: Fíjese usted cómo se describe a sí mismo: “apóstol... por la voluntad de Dios”. Un apóstol era uno enviado con un mensaje. Pablo se gloriaba en el hecho de ser un apóstol de Jesucristo. Y como nos dice en su epístola a los gálatas, el Señor Jesús se le apareció de manera directa. Pablo no aprendió lo que sabía acerca del evangelio discutiéndolo con los otros apóstoles. La verdad que nos transmite es algo que aprendió directamente de Jesucristo, y ésa es su autoridad. Por lo tanto, cuando lee usted a Pablo, está usted leyendo a un portavoz autorizado por el Señor Jesucristo. Lo que dice Pablo es lo que ha oído, de manera que si no está usted de acuerdo con Pablo, ¡no está usted tampoco de acuerdo con el Señor!

Pablo estaba siempre asombrado por el hecho de que era un apóstol “por la voluntad de Dios”. No tenía ninguna otra gloria en su vida que no fuese el que Dios, gracias a la asombrosa maravilla de Su gracia, hubiese llamado a este hombre, que era un hombre que había sido un perseguidor nacionalista, que había perseguido a la iglesia de manera amarga e intensa. Lo había detenido y cambiado, y a continuación enviado a ser apóstol a los gentiles. Fíjese el lector en el hecho de que no se presentan otras credenciales. Él no hace referencia al hecho de que había aprendido a los pies de Gamaliel, ni se refiere a sus antecedentes hebreos ni a su linaje ni a lo brillante de su intelecto ni a ningún otro hecho. Se limita a decir: “Soy un apóstol por la voluntad de Dios, y es basándome en este hecho que escribo”.

A continuación fíjese el lector cómo se describen estos cristianos: “santos y fieles en Cristo Jesús”. La palabra santo es una que a todos nos hace estremecer un poco. No nos gusta que nos llamen santos, porque tenemos una idea tan fija respecto a lo que es una persona santa. Consideramos que estas personas no son reales, que se consideran a sí mismas superiores a los demás, que son tan distintas a lo que son los seres humanos corrientes. Pero los santos del Nuevo Testamento son personas como nosotros, personas que se tienen que enfrentar con luchas y dificultades, que tienen desasosiegos en sus hogares y problemas en el trabajo, además de toda clase de dificultades en todas partes. Pero hay una cosa que es notable en lo que se refiere a estas personas: que son diferentes. Éste es realmente el significado básico de la palabra santo. En el griego se deriva de la palabra que significa sagrado. Y esta palabra sagrado quiere decir distinto, diferente, sano, que le pertenece a Dios y, por lo tanto, vive de una manera diferente. La santidad es el distintivo de los santos. No significa que las personas no tengan problemas, sino que se enfrentan a ellos de una manera diferente y tienen un estilo de vida que también es diferente.

A continuación encontramos el saludo invariable de Pablo a estos creyentes: “Gracia y paz a vosotros de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo”. Las dos grandes herencias del cristiano son la gracia y la paz. Usted puede tener siempre gracia y paz, sean cuales sean sus circunstancias. Éstas son las dos características que debieran ser el distintivo de los creyentes en todo tiempo.

Padre, ayúdame a comprender estos grandes temas que han cambiado la historia del mundo. Ayúdame por Tu gracia a regocijarme, a saber depender de Tu provisión y a ser un instrumento sensible en Tu mano.

Aplicación a la vida

Existe una gran herencia que transforma la vida de los creyentes para los que creen en el Señor Jesucristo. ¿Se caracterizan nuestras vidas por los dones de la gracia y la paz de Dios?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

Dios obrando

Lea el mensaje de Ray