Grapes on the Vine, God's Abundant Provision for His People

Devoción del 27 de febrero

No temas

Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas. Yo soy el primero y el último, el que vive. Estuve muerto, pero vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

Apocalipsis 1:17-18

Éstas son maravillosas palabras de consuelo para los que tengamos que vivir un tiempo espantoso en nuestras propias vidas. Considerémoslas como dichas para nosotros por el Señor resucitado, tal como fueron dichas a Juan en ese día de aflicción mundial en el siglo primero. Jesús dijo: No temas. Creo que esto es lo que necesitamos oír en estos días en que muchos cristianos están muy asustados. Ciertamente, nada es menos glorificador para el Señor que un cristiano miedoso. Jesús siempre estaba diciendo: No temáis a Sus asustados discípulos. Los evangelios recogen que siempre que estaban en problemas, se expresaban con manifestaciones de miedo, ansiedad, preocupación y pánico, pero el Señor siempre venía en el momento adecuado y decía: No temas, como le dice aquí a Juan.

Lo que Jesús quería decir era, primero: No tengas miedo de mí, porque Juan estaba aterrado. Ver al Señor resucitado y glorificado era una visión temible. Todos los profetas, apóstoles y santos que han visto a Dios en gloria, siempre han caído ante Él con miedo y temblor. Pero Jesús consuela a Juan diciendo: No temas. Con esto quiere decir que Dios es nuestro amigo, no nuestro enemigo; Él está por nosotros, no contra nosotros. En Romanos 8, el apóstol Pablo dice: Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos 8:31b). El autor de Hebreos lo expresa: Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, pues él dijo: No te desampararé ni te dejaré (Hebreos 13:5). Pues ésa es la gran promesa que Jesús le hace aquí a Juan.

Jesús dice que hay dos razones por las que no hay que tener miedo: Primera, Él dice: Yo soy el primero y el último, el que vive. Esto significa que Él está al principio y al final de todo, en la vida de todos, y también el que vive está en todo el camino intermedio. Él siempre está con nosotros. Yo soy el primero y el último. Yo soy el alfa y la omega, la A y la Z de la vida. Yo soy el principio y el fin y el que vive. El tiempo presente se usa en todo momento. Jesús es el único que va con nosotros a través de todo. ¡Cuántos santos han sido ayudados en diversas ocasiones al recordar eso; en medio de sus tribulaciones el Señor estaba con ellos! Esas palabras tranquilizadoras están destinadas a consolar a aquellos que se sienten solos y que desean a alguien a su lado en tiempos de dificultad. Nosotros nos buscamos unos a otros para eso, pero a menudo los seres humanos fallan. Pero Jesús no fallará. Éste es el mensaje para nosotros: No temas. Yo soy el primero y el último. Yo soy el que vive.

Jesús, Tú eres el que vive, el primero y el último. Te alabo porque estás vivo hoy, y aunque yo pueda fallar, Tú nunca lo harás.

Aplicación a la vida

¿En qué circunstancias actuales de su vida necesita recordarse a sí mismo que Jesús es el que vive y nunca le fallará?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

Who's Minding the Store

Lea el mensaje de Ray