Priest Reading God's Word

Devoción del 1 de octubre

Cómo romper el poder de la tentación

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre. Se le acercó el tentador y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Mateo 4:1-4

Es importante darse cuenta de que en este relato de las tentaciones de Jesús, nuestro Señor se enfrenta a cada tentación con la misma arma. Es la misma arma que está disponible para todos nosotros. Él se refugió inmediatamente tras la Palabra de Dios. En el momento en que lo hizo, la batalla cesó.

Esto es muy importante. Nuestra lucha continua viene de que somos muy reacios a posicionarnos en consonancia con la revelación de Dios. Sentimos la fuerza seductora de la mentira del diablo de que ganaremos algo con tal o cual acción, o pensamiento o actitud que nos tienta. Pensamos que si no hacemos eso, la vida se nos pasará de largo, que vamos a perdernos algo. Y que si lo hacemos, ganaremos un reino escondido que será una experiencia satisfactoria y dichosa. Pero, cuando nos refugiamos en lo que Dios dice que es la verdad, descubrimos inmediatamente el final de la lucha. Ésta es la manera de enfrentarse a las tentaciones, no con nuestra humanidad débil y defectuosa, sino con el poder de la Palabra de Dios mismo. Cuando Satanás se encuentra frente a eso, sale corriendo.

Tengo un cartel en la pared de mi estudio que recoge tres verdades que a menudo han sido una fuente de liberación para mí en los momentos de tentación que me llegan diariamente, lo mismo que a ustedes. Primero: Está escrito. Es una prueba suficiente. Dios nos ha contado la verdad sobre la vida. Segundo: Se ha consumado. Es una provisión suficiente. En la cruz, el Señor Jesús ha hecho todo lo necesario para romper el poder de la tentación en nuestras vidas. Tercero: Soy yo. Su presencia es suficiente. Su vida en nuestro interior está constantemente disponible para nosotros, con el fin de vencer el poder de la tentación.

Esto es algo radical y revolucionario. Parece que hay pocos que han dado el paso para vivir esta clase de vida, pero, dondequiera que se intente, empiezan a pasar cosas extrañas. No es que la vida se vuelva súbitamente espectacular y la gente vaya por ahí haciendo milagros, sino que, en la callada experiencia de la vida diaria, en las decisiones que normalmente toma todo el mundo en todo momento, hay una tranquila confianza en la sabiduría de Dios al tomar cada decisión, y las cosas empiezan a funcionar en formas imprevistas, con resultados inusuales. Cosas extraordinarias salen de la actividad corriente, cuando Dios comienza a obrar en la vida humana. Éste es el secreto de la vida del hombre tal como nuestro Señor está demostrando, haciéndolo disponible para nosotros en la medida que nosotros recibimos a Jesucristo por fe, para que Su vida pueda ser vivida de nuevo en nosotros.

Padre, aquí en Tu libro has expuesto los hechos de la vida, las cosas como son en realidad. Líbrame de las relucientes fantasías e ilusiones, de la falsedad y el vacío de las mentiras del diablo. Amén.

Aplicación a la vida

Piense en un área específica en la cual esté lidiando con la tentación. Encuentre un verso o pasaje de las Escrituras que le permita luchar usando la Palabra de Dios.

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

The Temptation of Christ

Lea el mensaje de Ray