Priest Reading God's Word

Devoción del 2 de octubre

La Biblia dice…

Si invocas a la inteligencia y pides que la prudencia te asista; si la buscas como si fuera plata y la examinas como a un tesoro, entonces entenderás el temor de Jehová y hallarás el conocimiento de Dios.

Proverbios 2:3-5

Nunca podremos descubrir las profundidades de las Escrituras sobre la vida sin aceptar primero que son verdaderas y tienen autoridad. Debemos creer primero en las Escrituras antes de poder entenderlas. Mientras sigamos preguntando: ¿Debería estar aquí este pasaje? ¿Es auténtico? ¿Es una leyenda?, mientras ésta sea nuestra constante forma de abordarlas, nunca podremos llegar a preguntarnos: ¿Qué me está diciendo esto a mí? ¿Qué significa? ¿Dónde está la sabiduría escondida en esto, la cual necesito tan desesperadamente para mi vida?. Aquellos estudiantes y seudoeruditos, que se creen la autoridad final para señalar lo que debería aparecer aquí y lo que no, parece que nunca son capaces de entender lo que está escrito, ni que sean capaces de decir algo sobre las profundidades de las Escrituras, pues se excluyen a sí mismos de su comprensión con su actitud crítica hacia ellas.

Usted no puede entender la física nuclear a menos que primero crea los axiomas subyacentes que tienen que ver con este campo del conocimiento humano. Usted no puede entender la química a no ser que esté dispuesto a aceptar ciertas fórmulas químicas que han sido propuestas. Usted no puede creer en nada hasta que acepte que es auténtico y lo ponga a prueba con la experiencia, y esto también es así con las Escrituras.

Billy Graham decía que cuando era joven llegó a un periodo de dudas en su vida en cuanto a la autoridad de las Escrituras. Se planteaba preguntas sobre si se podía confiar en el texto tal como lo tenemos, si ésta era la Palabra de Dios o meramente las ideas de los hombres acerca de Jesús. Estaba turbado por las preguntas que se plantean tan frecuentemente en estos días. Se retiró solo a las montañas, llevándose la Biblia consigo, y allí comenzó a leerla y leerla y leerla. Al final llegó a un momento en que le dijo a Dios: He visto lo suficiente de la capacidad transformadora de esta Palabra para saber que Tú estás detrás de ella. Sé, Señor, que hay muchas preguntas, muchos aspectos que no entiendo en este libro, y acepto por fe que es Tu Palabra y la creo, y la predico como tal, y confío en que Tú me aclares lo que significa. Desde entonces fue cuando empezó el ministerio evangelístico mundial de Billy Graham. Ustedes saben bien que su expresión favorita era: La Biblia dice. Él no la debate con nadie; no la cuestiona; simplemente la declara.

Señor, he visto el poder transformador de Tu Palabra. No lo entiendo todo sobre este libro, pero acepto por fe que viene de Ti. Amén.

Aplicación a la vida

¿Ha sometido la Biblia a la prueba de la experiencia? Tome una de las promesas de Dios hoy y actúe de acuerdo a ella, confiando en Él para hacer lo que dice.

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

The Authority of the Word

Lea el mensaje de Ray