Priest Reading God's Word

Devoción del 30 de octubre

¡No falsifiquen!

Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios.

2 Corintios 4:2a

Siempre me impresiona lo actuales que parecen las Escrituras. Usted podría pensar que Pablo acababa de escuchar algún programa de radio o televisión cuando escribió esto. Había gente en su época, predicando en iglesias y evangelizando, los cuales estaban practicando métodos ocultos y vergonzosos. Estaban confiando en estrategias de astucia e incluso falsificando la Palabra de Dios. Pablo dice: Al ver a otra gente hacer eso, no quiero tener nada que ver con ello.

Note en qué consiste esto en particular, porque está hablando a nuestra propia época. Primero, él dice: renunciamos a lo oculto y vergonzoso, es decir, la práctica del engaño deliberado. A cada paso aparece un artículo en los periódicos religiosos acerca de algún evangelista que contrata a convertidos para que se pongan en pie en sus reuniones y confiesen a Cristo, o que se adelanten al frente y den testimonio de haber sido sanados, para hacer ver que el evangelista tiene éxito. Esto es un engaño. Usted puede leer sobre escuelas dominicales que tientan y sobornan a la gente para que vayan a la iglesia. He conocido predicadores que tienen títulos falsos, obtenidos por unos 100 dólares enviados a alguna fábrica de diplomas en alguna parte. Sé de misioneros que mandan informes a casa, a las iglesias que los financian, contando cosas que no tienen base de hecho en su ministerio. Cuentan cosas que nunca pasaron, informando de logros en la predicación del evangelio que nunca ocurrieron en realidad. Sé de cristianos que cuentan las experiencias de otras personas como si les hubiera ocurrido a ellos, mintiendo de esa manera en nombre de Jesús.

Pero Pablo dice que ya no nos apoyamos en esa clase de cosas. Ni falsificamos la Palabra de Dios. ¿Puede imaginarse a alguien falsificando la Palabra de Dios en el nombre de Jesús? Y sin embargo, ocurre todo el tiempo. Pedro habla de aquellos que tuercen las Escrituras. No es difícil hacer eso. Usted puede tomar una gran declaración bíblica y darle otro significado y, usando el mismo lenguaje, hablar sobre otra cosa enteramente diferente. La palabra resurrección es despojada de su contenido bíblico y se le hace significar algo que no significa en la Biblia. A la palabra Cristo se le hace representar a una persona o ser que no existe en las Escrituras en absoluto. Sin embargo, engatusan a la gente que los oye usar ese lenguaje. Eso es distorsionar la Palabra de Dios, y eso ocurre todo el tiempo en nuestros días. Usted puede encontrar gente que sugiere que la Biblia es inferior a los descubrimientos del conocimiento moderno, que los descubrimientos científicos de hoy han probado que no es correcto, por lo tanto no es de fiar. Esto es adulterar la Palabra de Dios, porque no se ha probado jamás por los descubrimientos científicos que en la Biblia haya algo incorrecto.

Señor, concédeme discernimiento para reconocer la manera en que Tu Palabra es falsificada hoy día. Ayúdame a renunciar a tales cosas. Amén.

Aplicación a la vida

¿Puede usted identificar ejemplos de la clase de falsificación de la Palabra de Dios de la que habla Pablo? Ore pidiendo discernimiento.

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

Nada más que la verdad

Lea el mensaje de Ray