Priest Reading God's Word

Devoción del 17 de octubre

Pensando cristianamente

Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

2 Timoteo 3:16-17

La Biblia puede hacer cuatro cosas por todo el que la lea y la crea. Primero, le enseñará: es útil para enseñar. La Biblia instruirá su mente sobre cosas de las que nadie, excepto Dios, sabe algo. Le dirá cosas sobre usted mismo que sólo Dios sabe. Todo el mundo quiere saber estas cosas. Por ejemplo, todos quieren saber qué hay más allá de la muerte. La gente está hambrienta por saber lo que hay más allá, preguntandose: ¿Es esto todo lo que hay?. La mente humana ha estado investigando en ese sentido durante toda la historia. Pero sólo hay un Libro que le dará la respuesta a esa pregunta. Habla sobre Uno que volvió de la tumba y nos contó lo que hay más allá. Este Libro es una guía fiable en ámbitos de los que no sabemos nada.

Segundo, la Biblia tiene el poder de redargüir. La palabra es en realidad reprender. ¿Cuántos han tenido la experiencia de leer la Biblia y tomar conciencia de que algo que usted ha estado haciendo toda su vida, algo que no pensaba que estaba mal en absoluto, era la razón por la que usted mismo se estaba dañando o estaba dañando a otros? La Biblia súbitamente le hizo consciente de eso; para ser libre, usted tuvo que encarrilarse en una dirección diferente. A eso se le llama reprensión. La Biblia tiene un tremendo poder para señalarnos las áreas de maldad de nuestras vidas.

Tercero, la Biblia nunca hace esto sin corregirle y hacerle andar por caminos que conducen a la vida. El asombroso testimonio sobre este Libro es que, cuando se toma en serio, conduce a la gente a la libertad y la vida, mientras que aquellos que se enredan en prácticas contra las que este Libro advierte son siempre conducidos a la degradación, la esclavitud, al estrechamiento y limitación de los gozos y las bellezas de la existencia. Eso es un maravilloso testimonio que es universalmente cierto.

Finalmente, la Biblia es para instruir en justicia. La Biblia tiene el poder de ponerle a punto, como un hábil entrenador, para capacitarle para caminar día a día por un camino de más rectitud. Así que la Biblia es capaz de entrenarnos, de conducirnos a experiencias siempre crecientes de vida honrada.

Todo esto es con un propósito: A fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra (2 Timoteo 3:17). Este Libro es suficiente para hacer eso. No necesita sicología o filosofía. Aunque estas cosas pueden complementar algunas de las que la Biblia enseña, nunca pueden reemplazarlas. La Biblia no necesita nada de eso para producir hombres o mujeres íntegros. Para eso se ha provisto este Libro. Es el Libro de instrucciones que rectificará todos sus caminos torcidos, y le hará capaz de ser una persona íntegra tal como Dios tenía intención que fuera, a través de la fe en el Señor Jesús a quien el Libro revela.

Padre, gracias por este Libro extraordinario. Confieso con qué poca frecuencia lo abro y dejo que me hable. Ayúdame a dejar que este Libro asista a mi corazón y mente a través de Cristo; que yo pueda conocer a Aquél ante quien el mundo entero comparecerá un día. Amén.

Aplicación a la vida

Piense en toda la semana pasada y pregúntese: ¿Qué me ha enseñado la Palabra? ¿De qué maneras me ha corregido o reprendido? ¿Cómo me está instruyendo en justicia?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

Thinking Christianly

Lea el mensaje de Ray