Joyous People Breaking Bread Together in Fellowship

Devoción del 29 de agosto

La cabeza viva

Y sometió todas las cosas debajo de sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

Efesios 1:22-23

La iglesia es un organismo vivo, un cuerpo, y todos pertenecemos a él, en igualdad unos con otros. Si se reunieran tres cristianos una tarde y uno de ellos fuera bautista, otro metodista y otro presbiteriano, seguirían siendo iglesia. La iglesia existe enteramente aparte de la distinción de denominaciones. En ese lugar, para ese momento y propósito, es el cuerpo de Cristo. Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos, dijo Jesús. Eso es el cuerpo.

Pero un cuerpo también implica una autoridad unificada; es decir, hay un gobierno en nuestro cuerpo, y hay un gobierno en la iglesia. En el cuerpo todos los miembros están bajo la sola dirección de la cabeza. La autoridad general, la autoridad unificadora del cuerpo está en la mente, el cerebro; y por esa razón, en realidad nada ocurre en nuestro cuerpo sin la autoridad y las órdenes de la cabeza. Así mismo ocurre con la iglesia. Frecuentemente lo he ilustrado de esta manera: Si usted accidentalmente pone un dedo en el fuego, el dedo siente el calor en cierto sentido, pero todo lo que hace, en realidad, es transmitir un mensaje a la cabeza, y el mensaje sube por el brazo, a través de los nervios, hasta el cerebro. Y cuando llega arriba dice: ¡Aquí abajo quema!. Pues bien, el dedo simplemente está ahí, no se mueve aunque queme, hasta que rápidamente baje de vuelta el mensaje del cerebro que diga: ¡Apártate de ahí!, y entonces usted se mueve, de modo que el control total del cuerpo está establecido en la cabeza.

Es muy esencial que esto se recuerde, porque es sumamente cierto en la iglesia. La iglesia no es un cuerpo descabezado, dejado ahí para que luche en medio del mundo. Si lo fuera, se comportaría exactamente como un pollo con la cabeza cortada: sin meta, dando trompicones, sin hacer nada; pero no es así. A veces puede parecerlo, pero no lo es. La iglesia está bajo la dirección de una cabeza viva, que está presente, que está unida al cuerpo, que es perfectamente capaz de expresarse a sí misma a través de él y dirigir sus actividades; y así lo está haciendo. Y esa cabeza, claro está, es el Señor Jesús, obrando a través del cuerpo por medio del Espíritu Santo que habita en su interior.

Señor, estaríamos perdidos sin Tu autoridad sobre la iglesia. Gracias por guiarnos.

Aplicación a la vida

Dedique tiempo hoy a agradecer la dirección de Jesucristo sobre la iglesia.

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

Where is the Church?

Lea el mensaje de Ray